A pesar de que las fotos que vienen a continuación corresponden al mes de agosto, la Feria anual de la localidad de Hellín elobjetivodehellin se celebra en el mes de septiembre, fecha en que el Rey Fernando VII le otorga la facultad para que se celebre esta, rubricando este hecho el 15 de julio de 1831. Se celebran en honor a la Virgen del Rosario y destacan principalmente por las corridas de toros y los conciertos que se celebran, así como el variado programa religioso y festivo.
Habiéndose concedido esta Facultad, la primera Feria no se celebraría hasta pasados un par de años, ya que fue para entonces cuando la localidad hellinera pudo pagar las tasas que regulaban este tipo de festividades. Complicado se puso el buscar un lugar donde poder hacer esta celebración, puesto que Hellín para entonces disponía de calles con muchas curvas y estrechas, a pesar de ello se encontró en la calle Rabal y el Plaza de la verdura la solución para ello.
Era el año 1857 cuando se inician los estudios para dotar a Hellín del deseado ferrocarril, el cual se convierte en realidad en abril de 1865. Ante las posibilidades que brindaba el tren para esta localidad, el Ayuntamiento se pone en contacto con la empresa concesionaria para poder ofrecer trayectos a precios reducidos y de esta manera tener un mayor número de visitantes a las fiestas y corridas de Toros.
Unos años antes, en 1862, es cuando en el Boletín Oficial de la Provincia de Albacete se publica lo relativo a la inauguración de su Plaza de Toros. Se haría de forma oficial durante las fiestas de ese año y para el mismo se formaría un cartel con los mejores matadores de Toros de la época, como lo eran Francisco Arjona y Francisco Marín. Este tipo de espectáculos contribuye en gran manera al fomento de la Feria, por lo que a partir de entonces se tomarían en consideración, procurando hacer carteles de gran calidad y de este modo atraer el mayor número posible de visitantes a la localidad, no en vano la tauromaquia era la mayor atracción popular del momento.
La Plaza se construyó con aportaciones de todos los hellineros, bien con dinero, mano de obra, materiales y todo aquello que pudiera ser útil para poder llevar a término esta obra.